La recuperación de Estados Unidos alcanza por fin a los trabajadores
En el 2014 parecía que el mercado de trabajo iba a despegar, pero entonces se disparó el dólar, se derrumbó el petróleo y el sector industrial entró en recesión, más dificultades que recién ahora estamos superando.
(Bloomberg) ¿Recuerda la “recuperación sin empleo”? No podíamos alegrarnos ni siquiera cuando caía la tasa de desempleo —de 10% en octubre del 2009 a 8.8% en octubre del 2011— porque en gran parte eso no significaba que la gente consiguiera trabajo, sino que abandonaba el mercado laboral para sostenerse con pensiones por invalidez o jubilándose.
Además, para octubre del 2015, cuando la tasa de desempleo había bajado a 5%, ni siquiera eso trajo un alivio puro, porque el crecimiento de los salarios era lento, como sería de esperar dada la población de “desocupados en las sombras” que habían abandonado la fuerza de trabajo y probablemente volvieran a entrar.
En el 2014 parecía que el mercado de trabajo iba a despegar, pero entonces se disparó el dólar, se derrumbó el petróleo y el sector industrial entró en recesión, más dificultades que recién ahora estamos superando.
Tras seis años de seudorrecuperación fantasma, por fin el mercado laboral recibe buenas noticias sin asteriscos. El crecimiento de los salarios está acelerando: aumentó más de 3.5% en los últimos doce meses, según el Wage Growth Tracker de la Fed de Atlanta.
Si bien la tasa de desempleo casi no se redujo, de 5% al 4.9% en los últimos nueve meses, el porcentaje de personas de 25 a 54 años con empleo remunerado pasó del 77.2% al 78% en tanto el mayor crecimiento de los salarios vuelve a atraer gente a la fuerza de trabajo.
Los trabajadores más viejos se mantienen firmes: los mayores de 54 sumaron más de un millón de empleos en los últimos doce meses. Hasta los adolescentes están consiguiendo trabajo, señal de la intensa demanda de trabajadores.
Una mala noticia para la economía hace dos semanas —un crecimiento de la productividad persistentemente débil— es en realidad una excelente noticia para el mercado laboral y la perspectiva de crecimiento de la inversión.
La aceleración del crecimiento salarial y la merma en el crecimiento de la productividad forman una situación insostenible para las corporaciones estadounidenses que amenaza con arruinar sus márgenes de ganancia, en tanto implica que les paguen cada vez más a trabajadores que producen cada vez menos.
Las compañías deben invertir en nuevos equipos y en investigación para transferir gastos de trabajadores cada vez más caros hacia otros factores de producción más baratos. Eso debería aumentar la productividad en el futuro.
Al mismo tiempo, un mercado laboral más ajustado, un mayor crecimiento de los salarios y la mayor participación en la fuerza de trabajo le vienen muy bien al gasto de los consumidores en el corto plazo. Si esa combinación se mantiene, podría transmitirles a los trabajadores más jóvenes traumados por la recesión la confianza como para comprar casas y formar familias.
Empresas que gastan más en trabajadores e inversiones. Trabajadores que gastan sus ingresos más altos en casas y coches. Así solía funcionar la economía estadounidense.